La tecnología PLED es creación de LG, su particular “Frankenstein” electrónico que mezcla la tecnología de las pantallas de plasma y las LED, en cuanto a cómo se forma la imagen, son televisores de plasma: paneles con 2 capas de cristal entre las cuales hay pequeñas celdas con gas Xenón y Neón que, al entrar en actividad mediante un impulso eléctrico se convierten en plasma que hace que la cobertura interna de fósforo de la celda brille.
Cada subpixel de pantalla es una celda independiente, y los gases que contienen están sometidos a una concentración mucho mayor. Además, cada celda también tiene una capa mucho más densa de fósforo. Esto implica que se necesita mucha menos energía eléctrica para generar el plasma dentro de cada celda. Con lo que obtenemos un ahorro de energía, acercándose bastante a lo que consumen los televisores LCD.
Al consumir menos, también el calentamiento de los componentes es menor y su desgaste, consecuentemente, es menor. En el caso del PLED, la mayor concentración de Xenon y fósforo eleva exponencialmente su vida útil. Los PLED no requieren retroiluminación, sino que cada píxel emite su propia luz. Cada televisor PLED tiene 6.220.800 puntos de luz, o sea, 32.000 veces más que un LED. Como no podía ser de otra forma las funciones Smart TV están presentes, incluyendo además un navegador compatible con Flash 10.0, además de un par de accesorios como las gafas polarizadas para disfrutar del 3D y un nuevo mando a distancia Magic Control que permitirá controlar los menús como en la consola Wii.
Disponible en tamaños de 50 y 60 pulgadas, estos nuevos televisores se mueven en unos precios que oscilan entre los 1.699 y 2.199 euros respectivamente. Otra opción más dentro del gran mercado de las nuevas televisiones.
Fuente: Engadget